miércoles, 28 de marzo de 2012

Homilía de Benedicto XVI en la Vigilia Pascual del 2011.
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Última homilía del vigoroso profeta Monseñor Oscar Romero, asesinado por el ejército salvadoreños mientras oficiaba la Eucaristía. 


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Te invito a escuchar mi reflexión teológica y espiritual sobre el tema del "abandono" de Dios en la experiencia espiritual del discípulo de Cristo. Da click en el vínculo.




Vínculo: AUDIO REFLEXIÓN DOMINGO DE RAMOS 2012

REFLEXIÓN SOBRE LAS LECTURAS DEL 1 DE ABRIL DEL 2012 DOMINGO DE RAMOS



1.      LECTURAS
Isaías 50, 4-7: << Mi Señor me ha dado una lengua experta, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos. El Señor me abrió el oído; y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. >>
Sal 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24: << Al verme, se burlan de mí hacen visajes, menean la cabeza: «Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; que lo libre, si tanto lo quiere.» Me acorrala una jauría de mastines, me cerca una banda de malhechores; me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos. Se reparten mi ropa, echan a suertes mi túnica. Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré. Fieles del Señor, alabadlo; linaje de Jacob, Glorificadlo; temedlo, linaje de Israel. >>
Filipenses 2, 6-11: << Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. >>
Marcos 14,1-15,47: (dada la extensión del pasaje, remito al lector a la Biblia)
2.       REFLEXIÓN
¿Un Dios que abandona a sus hijos?
Jorge Arévalo Nájera
La mercadotecnia religiosa nos ha vendido un esquema de comprensión de la vida espiritual que a simple vista parece muy sencillo: <<Debemos confiar totalmente en la providencia divina, que nos infunde los dones necesarios (ni más ni menos que su Espíritu) para que vivamos de acuerdo a las exigencias intrínsecas al Evangelio. Si así lo hacemos, Dios nos asistirá y librará en el momento de la prueba>> No cabe duda que suena bien y en cierta forma es verdad lo que se dice, y nada más tranquilizador para dormir a pierna suelta… ¡Dios estará allí cuando más lo necesite!
Sin embargo, la dura objetividad de las experiencias límite que todos y cada uno de nosotros hemos vivido o viviremos, nos grita a voz en cuello que muchas veces Dios no aparece por ningún lado cuando el sufrimiento se hace presente, cuando la muerte muestra su oscura oquedad y los sueños se hacen pedazos, cuando el ser amado se manifiesta traidor al amor ofrecido, cuando el hambre amenaza la vida del hijo que agoniza entre los brazos de una madre africana, cuando la enfermedad consume lenta y letalmente al pequeño que es la niña de los ojos de sus padres…es entonces cuando desde lo más profundo del corazón surge incontenible la legítima pregunta ¿Dónde está Dios?, ¿Dónde su consuelo y misericordia? No parece que las promesas se cumplan y nos sentimos defraudados, y muchas veces se empieza a infiltrar en el alma la angustiosa duda sobre la verdad de Dios… ¿existirá?, y si existe, ¿realmente le importo? En esos momentos parece que el mundo se derrumba, especialmente las almas más sensibles a lo divino entran en una lóbrega y desgarradora experiencia, es lo que los místicos han llamado <<la noche oscura de la fe>>
Este domingo, se inicia propiamente la celebración de la Semana Santa, y no es casualidad que los textos bíblicos de este domingo profundicen en la experiencia de Jesús de cara a su pasión y muerte (dimensión cristológica), y al mismo tiempo iluminen la vida discipular (dimensión eclesiológica). No podemos olvidar aquellas proféticas palabras de Jesús: <<si esto hicieron al árbol verde, ¿qué no harán con las ramas secas?>> No nos engañemos, la suerte del Hijo es la suerte de los discípulos y el seguidor no puede hacer otra cosa que andar los caminos que abre el Maestro. La utopía de un cristianismo triunfalista que no pasa por la experiencia de la cruz es alienante, es decir causa una escisión, una fractura en la unidad del misterio salvífico de la dinámica pascual: << Cruz y Resurrección son presentadas como realidades que forman «un único proceso interdependiente en sus fases íntimamente indisolubles» >>[1]
No se trata desde luego de asumir una actitud masoquista o dolorista, pero la experiencia estaurológica (de stauros, cruz) es un criterio interpretativo existencial  irrenunciable para entrar en la vida definitivamente gozosa. El profeta Isaías entona el cántico del Siervo doliente,  figura mesiánica anunciada por los profetas y que acabó siendo arrumbada en el baúl de los simples recuerdos. Sin embargo, Jesús retoma esta imagen mesiánica con carácter marcadamente corporativo (incluyente de todo discípulo) para caracterizar su misión. Aunque nunca hace referencia explícita a esta figura, su modo de vivir y de afrontar el rechazo de los dirigentes judíos es identificable con el Siervo doliente.
 Isaías delinea la imagen del Siervo/pueblo con trazos firmes y vigorosos: Capacidad de comunicar una palabra con sentido porque proviene del mismo Dios y no del mundo meramente humano (Lengua experta), capacidad de escucha de la palabra comunicada por Dios (Oído despierto) y por lo mismo, identidad discipular (yo, como discípulo). Asunción de la mansedumbre como actitud permanente y definitiva <<ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba>>, claridad en la comprensión de la voluntad de Dios (...no quedaré confundido), fuerza y determinación para afirmarse en el camino emprendido (endurecí mi rostro como roca) y finalmente, recuperación de la identidad perdida (no quedaré avergonzado). Recordemos que en el Génesis, cuando pecan los primeros padres, una de las consecuencias de ese pecado es la pérdida de la aceptación de la identidad que ahora causa vergüenza.
¿Cómo creer que la mansedumbre, que la actitud “estúpida” de ofrecer la otra mejilla como respuesta ante la violencia pueda ser clave salvífica? El miedo ante la muerte –raíz de todos los miedos- nos hace repudiar instintivamente la loca propuesta del Evangelio. La lógica humana indica que la mayor fuerza es la violencia. Es cierto que ideológicamente en las “civilizaciones” hay un consenso teórico sobre la superioridad del diálogo y el respeto como herramientas de convivencia social, pero en el fondo, se autoriza e incluso legaliza el uso de la violencia como último recurso para imponer la ley. Y no se diga en las relaciones familiares, donde es más común de lo pensado el uso de la fuerza represora para “educar” a los hijos o imponer voluntades. Pero la lógica humana no puede ser criterio de verdad absoluta y la Palabra que viene de lo alto al ser asumida como opción fundamental en el plano doctrinal y práxico provee de una comprensión meridiana de lo real <<no quedaré confundido>> y entonces es posible afirmarse, determinar irrenunciablemente seguir el camino que se descubre como la única posibilidad de plenitud <<endurecí mi rostro>> y así, finalmente la auto-comprensión de lo que el hombre es se revela diáfanamente <<no quedaré avergonzado>>
La reacción que suscita la vivencia de las características del Siervo doliente se describe en el Salmo 21 (Salmo que es puesto en boca de Jesús cuando se encuentra colgado en la cruz): Burlas y vituperio de la fe (Todos los que me ven, de mí se burlan; me hacen gestos y dicen: “Confiaba en el Señor, pues que él lo salve; si de veras lo ama, que lo libre”). ¡Cuántas veces el discípulo  pasa por esta experiencia cuando realmente se decide a vivir el Evangelio con radicalidad! Comunicar la voluntad de Dios no es precisamente la mejor forma de granjearse la amistad de un mundo estructurado sobre cimientos que nada tienen que ver con el Evangelio y que reaccionan con burla ante los mensajeros de la Buena Noticia, ¡Qué trasnochada es la Iglesia –afirman sus detractores-, cuánta intransigencia y fanatismo, cuán ridícula es su doctrina, la fe es para los ignorantes y débiles –dicen los seguidores de Nietzsche-. No cabe duda, hoy se sigue cumpliendo lo dicho por Pablo: ¡La cruz es escándalo para los judíos y locura para los gentiles! ¿Cómo pueden compaginarse el amor de Dios y la cruz? <<si de veras lo ama que lo libre…>>, permanente tentación del prodigio como justificación de la fe, ¿por qué Dios permanece alejado cuando el creyente sufre? <<Señor, auxilio mío, ven y ayúdame, no te quedes de mí tan alejado>> Algunos afirman que en realidad no es que Dios se aleje, sino que es la insuficiencia humana para captar la presencia divina la que causa esta percepción. Otros afirman que el alejamiento de Dios es un crisol para el crecimiento espiritual. En lo particular creo que dichos intentos por salvaguardar el “buen nombre” de Dios crean más dificultades que soluciones, yo prefiero mantener el misterio, callar el discurso teológico y sostener que en el sufrimiento injusto se genera un espacio místico para el que sabe gritar con Jesús <<Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?>> Ni la fe ni la esperanza quedan suprimidos en el Salmo, que termina con una doxología que brota precisamente de la fe desnuda y la auténtica esperanza que se ancla solamente en la promesa antaño escuchada <<A mis hermanos contaré tu gloria y en la asamblea alabaré tu nombre. Que alaben al Señor los que lo temen. Que el pueblo de Israel siempre lo adore>>
La carta a los Filipenses profundiza en el misterio insondable del significado de la encarnación y una vez más, este himno cristológico se convierte en paradigma del discipulado: La encarnación consiste en una renuncia libre de las prerrogativas personales, en un hacerse nada hasta adquirir la condición de siervo (de Dios evidentemente) y servidor de los hombres. Obedecer al Padre no es cuestión opcional, es una característica intrínseca al discipulado, y esa obediencia se concretiza en un amor ilimitado que culmina en la experiencia de la muerte, pero no una muerte cualquiera sino en aquella que brota del conflicto con las realidades que someten al hombre bajo el poder del mal. Solo esa muerte genera vida, exaltación (que es otro modo de decir victoria sobre las potencias malignas y entrada en la vida definitiva) y reconocimiento universal del Señorío de Jesús para manifestar en todo su esplendor la gloria de Dios Padre.
De la larguísima lectura de la pasión según san Marcos, solamente tomaremos una idea: ¿Qué significan espiritualmente las palabras de Jesús sobre el abandono de su Padre? Teológicamente, dado que son claramente palabras salmódicas puestas en labios de Jesús, es un claro ejemplo de la interpretación midráshica de Marcos, que hace una lectura de la muerte de Jesús aplicando textos del Antiguo Testamento para decirnos que Jesús es el justo que en la línea del Siervo doliente genera vida y glorificación de Dios con su muerte en cruz. Espiritualmente, podemos encontrar una aplicación inmediata para nuestras vidas: La cruz (sufrimiento y experiencia de muerte a causa del Evangelio) es una estación intermedia pero irrenunciable para el discípulo, en ella nos sentiremos abandonados, y es válido clamar a Dios por su presencia y preguntarnos ansiosamente ¿Dios abandona a sus hijos?, pero estamos llamados a finalmente a dar el paso arrojado y valiente de abandonarnos en la fe desnuda que cree contra toda evidencia y a esperar contra toda esperanza la manifestación gloriosa de la pascua que es fruto de la cruz.
Gracia y paz


[1] Karl Rahner, citado en la revista “Staurós” N° 28, Editado por la Asociación Internacional Staurós, 1997.